A medida que las conversaciones entre los escritores y los principales estudios llegan a su fin, un acuerdo para negociar un nuevo contrato que evitaría la primera huelga de Hollywood en 15 años sigue siendo difícil de alcanzar, según tres personas con conocimiento de las conversaciones.
La Alianza de Productores de Cine y Televisión esta semana hizo contrapropuestas al Sindicato de Escritores de América, que comenzó las negociaciones el 20 de marzo. El sindicato busca casi $600 millones en aumentos salariales y otras demandas.
Las dos partes se reunieron en las oficinas de AMPTP en Sherman Oaks Galleria esta semana y se espera que continúen las negociaciones durante el fin de semana hasta las últimas horas antes de que el contrato expire el lunes a la medianoche, dijeron las personas.
Si bien ha habido algunos avances en las conversaciones, las partes siguen lejos de llegar a un acuerdo sobre un nuevo contrato, según tres personas con conocimiento de las negociaciones que no estaban autorizadas a comentar.
Los miembros de WGA ya votaron por un margen récord para autorizar a sus líderes a convocar una huelga el martes a las 12:01 am si no se llega a un acuerdo con los estudios.
Aunque es posible que el sindicato permita que los miembros continúen trabajando bajo el antiguo contrato incluso después de que expire, tal resultado parece poco probable. El WGA ya ha dicho a sus 11.500 miembros que los «rumores» de una extensión para permitir más tiempo para las conversaciones eran infundados.
La negociación de alto riesgo está siendo observada de cerca por las empresas y los trabajadores de la industria del entretenimiento. Los escritores han dicho que creen que su profesión se enfrenta a una crisis existencial ya que el streaming ha trastornado la economía de Hollywood. Mientras tanto, los estudios están bajo la presión de Wall Street para apuntalar sus balances y mejorar la rentabilidad de sus plataformas de transmisión.
La WGA y la AMPTP no hicieron comentarios de inmediato.
Si el sindicato se declara en huelga, decenas de producciones de cine y televisión en todo el país se verán obligadas a detener la producción y los programas de entrevistas nocturnos dejarán de emitirse.
El presentador de «Late Night», Seth Meyers, abordó el viernes la probabilidad de que no esté en el aire la próxima semana en su segmento de bonificación basado en la web llamado «Correcciones».
Meyers recordó la última huelga en 2007-2008 y cómo afectó a más trabajadores que solo a los escritores de «Saturday Night Live», de la que formaba parte en ese momento.
“Realmente sería algo miserable que la gente pasara, especialmente considerando que estamos justo después de esa horrible pandemia”, dijo Meyers, miembro de WGA, y agregó que tenía la esperanza de llegar a un acuerdo. «Lo que piden los guionistas no es irrazonable. Si no me ven aquí la próxima semana, sepan que es algo que no se hace a la ligera».
En una señal de las consecuencias potenciales, estos permisos han sido solicitados por productores para programas con guión que se filmarán en Los Ángeles la próxima semana, dijo Philip Sokoloski, portavoz de FilmLA, el grupo sin fines de lucro que maneja los permisos de películas para la región.
Los recortes en la industria de los medios y los despidos en los estudios, junto con los temores de una huelga inminente, ralentizaron la producción local por tercer trimestre consecutivo, dijo el grupo a principios de este mes. La producción de películas en locaciones en el área metropolitana de Los Ángeles cayó un 24 % a 7476 días de filmación con respecto al mismo período del año pasado.
Una interrupción de la producción este verano podría poner en peligro las alineaciones de otoño de las cadenas de transmisión. Las empresas de transmisión también están bajo presión para mantener a las audiencias suscritas, aunque varios estudios han anunciado recortes en la producción y despidos. La compañía Walt Disney. solo está en medio de la eliminación de 7.000 puestos de trabajo.
La huelga sería la primera en 15 años y la historia sugiere que podría prolongarse. La huelga más larga de WGA fue en 1988 y duró 153 días. La última huelga de WGA, en 2007-08, duró 100 días.
El sindicato ya ha comenzado a hacer planes para otra huelga, construyendo miles de carteles y encuestar a los miembros para averiguar dónde estarían disponibles para organizar piquetes, dijo una fuente cercana al sindicato.
El escritor de televisión David Slack estaba entre varios miembros del sindicato. publicar en Twitter sobre sus preparativos de huelga.
«Mientras ensamblaba carteles de piquetes en la sede de WGA, el guionista de MEGAN, Akela Cooper, encontró este viejo palo de piquete que firmé durante la huelga de 2007», tuiteó Slack con una foto de un palo que había firmado el 1 de diciembre. 5, 2007. «Marchamos y ganamos entonces, y si es necesario, marcharemos y ganaremos de nuevo».
La WGA ha recibido el apoyo vocal de otros sindicatos de la industria del entretenimiento, incluida la Alianza Internacional de Empleados de Escenarios Teatrales, Teamsters, el Sindicato de Directores de América y el poderoso sindicato de artistas intérpretes o ejecutantes, SAG-AFTRA.
DGA tiene previsto iniciar sus negociaciones el 10 de mayo; y SAG-AFTRA inicia negociaciones el 10 de junio. Los contratos de ambos sindicatos vencen el 30 de junio.
El Writers Guild emitió un paquete de demandas a la AMPTP el mes pasado que incluía niveles de pago mínimo más altos, así como aumentos en los residuos de transmisión: regalías pagadas cuando se vuelve a emitir un programa. El sindicato busca una compensación estandarizada, ya sea que el contenido se estrene en cines o en plataformas de transmisión.
Otro objetivo: ampliar las protecciones que restringen la cantidad de tiempo que los escritores pueden dedicar a trabajar en un solo episodio de televisión y frenar el uso de las llamadas mini salas, en las que se reúnen pequeños grupos de escritores para crear episodios antes de que el programa tenga luz verde. . La WGA sostiene que muchos escritores que trabajan en esas salas, comúnmente utilizadas en programas de transmisión, están mal pagados.
Al mismo tiempo, sin embargo, los estudios están lidiando con sus propios desafíos, que incluyen grandes cargas de deuda, una desaceleración de la economía nacional, incertidumbres en el negocio de transmisión y una disminución a largo plazo en la venta de boletos de cine.
